La princesa no ríe, la princesa no siente.
La princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
Rubén Darío

En aquel tiempo yo tenía el sueño de una libélula entre los juncos del corazón.
Juan Carlos Mestre

En esos momentos de encuentro
entre la luna que sale y el sol que entra
las rojas libélulas.
Haiku

~Yo escribo lírica con sonrisas, en prosa.~
Tempus fugit. Carpe Diem








miércoles, 29 de septiembre de 2010

Manías

Muerdo los bolígrafos cuando me estreso, cuando me aburro o simplemente porque sí.

Tras pedírselo en varias ocasiones, conseguí que me regalara un bolígrafo negro.
Tenía que ser negro porque era el que me faltaba.
Logré que se acordara de mi necesidades...por una vez.

Y ahora que ya casi forma parte del olvido, veo lo estúpida que fui al prometer que no mordería aquel bolígrafo sólo porque "era importante"
Curiosamente, como tantos otros bolígrafos sin valor, ha pasado por mis labios para acabar entre mis dientes.

Lo que sentía por él no pudo acabar con mis manías. No pudo cambiar mi yo. Al fin y al cabo.


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