Saca todo de ahí.
Y una vez fuera, decide qué es lo que va a volver a entrar. Sólo puede volver aquello que te haga feliz. Queda prohibido llenar la habitación de recuerdos inútiles.
Haz limpieza.
Elige el color.
Y deja que manos ajenas se ocupen de ello, Cuando vuelvas, las paredes lucirán otro color.
Y entonces es momento de cambiar las cosas de sitio. Lo que antes estaba ahí, ahora debe estar allí.. O puede no estar. Ésa también es una opción.
Decora con nuevos colores... convierte esa habitación en una nueva, pero que no deje de ser la misma.
Es cierto, la cama a la que te invité ya no es esa. Nunca lo será. Y ahora está en otro lugar. Pero ¿viste? Las paredes son las mismas... De otro color, pero las mismas... Y todas esas alcayatas clavadas... Todas siguen ahí.
Pero no pasa nada, porque me servirán para colgar nuevos cuadros. Y las que no sirvan, siempre las puedo quitar.
Es mi nueva habitación.
Sentimientos transformados en palabras que fluyen como la sangre de las heridas. Sentimientos transformados en palabras que se deslizan silenciosos como lágrimas caídas. Sentimientos transformados en palabras que hacen al corazón palpitar, a los labios sonreír, a las manos temblar... Sentimientos transformados en palabras
La princesa no ríe, la princesa no siente.
La princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
La princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
Rubén Darío
En aquel tiempo yo tenía el sueño de una libélula entre los juncos del corazón.
Juan Carlos Mestre
En esos momentos de encuentro
entre la luna que sale y el sol que entra
las rojas libélulas.
Haiku
~Yo escribo lírica con sonrisas, en prosa.~
Tempus fugit. Carpe Diem
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