Por mis venas no corría sangre. Corría furia.
Mi pelo se incendió y mis ojos se volvieron magma.
La dulce pequeña se hizo cenizas y quedó atrapada en lo más profundo de las llamas.Salió el demonio que escondía.
En un arrebato arrebaté tu mirada de las paredes de mi mente. No rompí aquel dibujo porque era MI dibujo...
Pero esa otra fotografía... aquella sí que dolió. No la había hecho mi mano y mi egoísmo pudo destrírla
Curioso que sólo ardiera tu rostro...
¿no crees?
Junto a aquella fotografía ardieron los rastrojos de las esperanzas. Suerte que no arrojé también mis ganas de tenderte la mano... Suerte que aún estás a tiempo de disfrutar de mis sonrisas.
Mis sonrisas punzantes.
------------------------------------------------------
Tu cuerpo no estaba sobre el tatami... Pero yo podía verte.
Me avergüenzo pero... he de admitir que me esforcé al máximo en cada técnica para que la recibieras. Justo ahí, donde más duele.
Debería esforzarme por mí y no por hacerte daño pero... al fin y al cabo... el karate es una defensa no?
Tu atacas, yo defiendo...
Y contraataco.
¿Qué puedo decir en mi defensa? Soy humana.
--------------------------------------------------------
Sentimientos transformados en palabras que fluyen como la sangre de las heridas. Sentimientos transformados en palabras que se deslizan silenciosos como lágrimas caídas. Sentimientos transformados en palabras que hacen al corazón palpitar, a los labios sonreír, a las manos temblar... Sentimientos transformados en palabras
La princesa no ríe, la princesa no siente.
La princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
La princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
Rubén Darío
En aquel tiempo yo tenía el sueño de una libélula entre los juncos del corazón.
Juan Carlos Mestre
En esos momentos de encuentro
entre la luna que sale y el sol que entra
las rojas libélulas.
Haiku
~Yo escribo lírica con sonrisas, en prosa.~
Tempus fugit. Carpe Diem
No hay comentarios:
Publicar un comentario