La princesa no ríe, la princesa no siente.
La princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
Rubén Darío

En aquel tiempo yo tenía el sueño de una libélula entre los juncos del corazón.
Juan Carlos Mestre

En esos momentos de encuentro
entre la luna que sale y el sol que entra
las rojas libélulas.
Haiku

~Yo escribo lírica con sonrisas, en prosa.~
Tempus fugit. Carpe Diem








domingo, 12 de septiembre de 2010

Continuar nuestra historia...

No sé cómo ha ocurrido, pero me apetece de repente...

Hay personas que completan y otras que complementan...

"Me complementa, y cuando se vaya, seguiré siendo yo"

Es hora de que pases a ser otra cosa... Es hora de que me completes por ser quien fuiste y quien serás...
Comenzamos una linda historia de besos y abrazos... La historia del complemento imprescindible... EL complemento más perfecto...
Aunque me dejé las ideas claras cuando todo comenzó: Una señora sin su lustroso sombrero, sigue siendo tan señora como al principio.

Soplaron distintas ráfagas de viento y el sombrero salió volando, dejando amoldada la cabeza de la señora...

Las palabras se las lleva el viento, los sombreros también


Fue el momento de pararse a descansar... Huracanes, brisas, ventiscas y nuevos aires.... Su pelo jugó con el viento hasta quedar totalmente despeinado... Le gusta sentir cómo el aire se pasea entre sus cabellos y le dan una nueva forma... Un nuevo color...

Cuando comienzas a escribir una historia, ideas un final. Y a veces se destruye igual que alguien pisa una semilla que podría haber sido flor. Duele... Pero eso no significa que no puedas redireccionar la historia. basta con idear otro final. Uno aún mejor. Uno aún más eterno...

No hace falta borrar el pasado, no hace falta ignorarlo... Simplemente hagamos una pausa y descansemos. Cuando el cerebro se colapsa y es incapaz de inventar hay que saber dejar la mente en blanco y no producir nada hasta que vuelvan las fuerzas y las ganas... Entonces es momento de coger ese viejo diario olvidado, quitarle el polvo y retomar la pluma.

Hoy no... Pero sí mañana... Mañana celebraré que entraste en mi vida... Mañana seré capaz de hablarte y sonreírte. Es una promesa. Es mi promesa.

Quiero quererte de una manera especial. Que seamos tú y yo, ahora y después... Y tener la certeza de que nadie podrá robarnos nuestro ayer... Nuestro amado ayer... Que será tan bueno como los días que llegarán... Diferentes, pero igualmente preciados...

Es quererte, es querernos de una manera aún más especial que antes... Es comenzar otro capítulo de nuestro libro...
Es continuar nuestra historia...

Ya te conozco como complemento pero... ¿serás capaz de completarme como tantas otras personas?

Yo estoy dispuesta a intentarlo... ¿Y tú?

¿Quieres ser mi amigo?



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