Quienes admiren mi fortaleza... que sepan toda la verdad...
Que cuando soplo para avivar los fuegos ajenos me es inevitable derramar agua sobre mi propia candela.
Menos mal que el calor de mis llamas evapora las lágrimas antes de que me apaguen.
Menos mal que mis cimientos están bien construidos.
Y que no se dejen engañar por la caligrafía de mis palabras... que si las tuviera que leer, me temblaría la voz...
Pero claro... no puedes decirle a alguien que acaba de romperse que tú sigues recolectando trocitos de ti misma... No puedes negarle las ganas de renacer... No puedes... No puedo...
Y es cierto que lo supero día a día y que soy capaz de sonreír... pero es que ayer hizo un mes desde que desperté de mi sueño...
Sentimientos transformados en palabras que fluyen como la sangre de las heridas. Sentimientos transformados en palabras que se deslizan silenciosos como lágrimas caídas. Sentimientos transformados en palabras que hacen al corazón palpitar, a los labios sonreír, a las manos temblar... Sentimientos transformados en palabras
La princesa no ríe, la princesa no siente.
La princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
La princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
Rubén Darío
En aquel tiempo yo tenía el sueño de una libélula entre los juncos del corazón.
Juan Carlos Mestre
En esos momentos de encuentro
entre la luna que sale y el sol que entra
las rojas libélulas.
Haiku
~Yo escribo lírica con sonrisas, en prosa.~
Tempus fugit. Carpe Diem
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