Es irónico teniendo en cuenta por cuántas manos he pasado desde entonces.
Y mira que sabía lo que ocurría. Y mira que el cristal era bien transparente. Y aún así, cuando llegó la noticia, mis nervios se anudaron en mi garganta. Ganas tremendas de reír. Ganas tremendas de odiarte.
Por momentos lo consigo.
Tus labios en los suyos.
Y unas ganas de vomitar inaguantables.
Sentimientos transformados en palabras que fluyen como la sangre de las heridas. Sentimientos transformados en palabras que se deslizan silenciosos como lágrimas caídas. Sentimientos transformados en palabras que hacen al corazón palpitar, a los labios sonreír, a las manos temblar... Sentimientos transformados en palabras
La princesa no ríe, la princesa no siente.
La princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
La princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
Rubén Darío
En aquel tiempo yo tenía el sueño de una libélula entre los juncos del corazón.
Juan Carlos Mestre
En esos momentos de encuentro
entre la luna que sale y el sol que entra
las rojas libélulas.
Haiku
~Yo escribo lírica con sonrisas, en prosa.~
Tempus fugit. Carpe Diem
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