La princesa no ríe, la princesa no siente.
La princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
Rubén Darío

En aquel tiempo yo tenía el sueño de una libélula entre los juncos del corazón.
Juan Carlos Mestre

En esos momentos de encuentro
entre la luna que sale y el sol que entra
las rojas libélulas.
Haiku

~Yo escribo lírica con sonrisas, en prosa.~
Tempus fugit. Carpe Diem








martes, 25 de enero de 2011

Indiferente

Suelo sentirme indiferente ante su indiferencia.
Pero, ¡ay ojitos! Cuando os tornáis a mirar su mirada ausente...

¿Será posible que después de una ola ni siquiera quede espuma?

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