Se terminó la tinta

Ese bolígrafo que me regaló gastó su tinta sobre el papel.
Ese bolígrafo que usé para escribir nuestra historia, terminó de desangrarse.
-------------Nuestra historia se desangró----------------
Ya no puedo escribir más. Pero tampoco es que me apetezca.

No esperaré más al hijo pródigo. Es cierto que hace tiempo ya que había dejado de esperarle. Pero confieso que lo que sí esperaba eran unas dulces palabras de consuelo y un apretón de manos. No un vacío.
Pedir el "por qué" sería pedirle demasiado. Y aun así... lo quería.
Pero el bolígrafo dejó de escribir y con su tinta, se agotaron las oportunidades.
Ya no duele porque yo tampoco puedo dibujar palabras, ni besos ni sonrisas con esa tinta.

No estoy cerrando puertas. Estoy terminando libros. Y no importa si no tienen segunda parte porque no tengo con qué escribir.

Ya no escribe nada en mi corazón.

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Curiosamente mientras escribía esto, el hijo pródigo se pasó a saludar...
Pequeña, no te vistas de Paciencia, que no la necesitas.
Si algo llega por sorpresa, da la bienvenida, pero no te pases la tarde sentada mirando la puerta...