La princesa no ríe, la princesa no siente.
La princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
Rubén Darío

En aquel tiempo yo tenía el sueño de una libélula entre los juncos del corazón.
Juan Carlos Mestre

En esos momentos de encuentro
entre la luna que sale y el sol que entra
las rojas libélulas.
Haiku

~Yo escribo lírica con sonrisas, en prosa.~
Tempus fugit. Carpe Diem








martes, 9 de noviembre de 2010

Autocrítica

-Estallas otra vez. Periódicamente. ¿Es que necesitas ser la víctima siempre?
La novia en la boda y el muerto el entierro. Pero sobretodo el muerto en el entierro, que es más trágico.

Y es que no tengo derecho a quejarme... porque aunque esa piedra que llevo en el zapato me moleste ... y aunque me taladre el pie cuando suelto una mano... Es que no puedo quejarme...porque hay quien ha perdido sus zapatos...
Es por eso que cuando me llora el espejo, reniego de esas lágrimas; que no son mías, sino del reflejo de mi alma...
Porque mido mi valor por mis acciones... y si no actúo, no valgo... ¿es eso?

Soledad, que ni siquiera ella me entiende. No, no estoy sola. Estoy incomprendida. Y eso, al fin y al cabo es otra forma de soledad... 

Que mi piedra es sólo un grano de arena para todos... pero es que se me coló justo en la grieta de los sentimientos y me hace llorar cada vez que se me acaban las horas del día... ¿pueden enterder?

Son las 11. Mi estómago ruge... pero aún tengo tareas que estudiar...
Puede que esté sola porque no haya dado la oportunidad a comprenderme... Pero es que siento que la sociedad no tiene sensibilidad porque me la dieron toda a mí. El mundo está mal repartido.

Ah...Tengo que comer algo... O se acabará el día y seguiré vacía...

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