La princesa no ríe, la princesa no siente.
La princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
Rubén Darío

En aquel tiempo yo tenía el sueño de una libélula entre los juncos del corazón.
Juan Carlos Mestre

En esos momentos de encuentro
entre la luna que sale y el sol que entra
las rojas libélulas.
Haiku

~Yo escribo lírica con sonrisas, en prosa.~
Tempus fugit. Carpe Diem








sábado, 20 de noviembre de 2010

Lágrimas que no se vieron

Toda la tarde tranquila y cuando se acercó el momento los gusanos mordisquearon mi estómago con saña...
Y no es que no quiera verle... Es que me da miedo que rechace mi sonrisa... que no se me rompan los esquemas... otra vez...
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Estaba deslumbrante... su espejo se lo había dicho y ella lo sabía... Que esa noche iba a brillar y a reír tan fuerte que no se escuchara su llanto... Para demostrarle que sigue caminando con paso firme... que sigue emocionándose por naderías como tanto le gustaba... para demostrarle que ella sigue y que no se estanca...
Deslumbró. Lo sabe. Y mientras intentaba demostrar que es feliz, lo fue de verdad...
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Saber que "sus" apoyos me apoyan... Que ya son varios los que dijeron que no fui yo la equivocada... que me exculpen, que sólo me pienso a mi misma para intentar explicar por qué. Que no fue mi error... Y que no hice nada malo...Que me digan lo que esperaba que dijera él.
Y saber también que pierde facultades... que se aleja y se convierte en hielo... y que a nadie le gusta pasar frío...A NADIE.
Y preguntarme ¿pero qué te ocurrió? ¿Separarte de mí te volvió insensible?
KARMA,  que recibes lo que das. Que te lo mereces.

-¿Se lo merece de verdad?
-Es que tú sigues dolida. 
-No soy la única que lo piensa
-¿Y eso te consuela?
-Puede...
Y me sonreí.
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-¡Pero no seas tan buena!
-Yo no elijo ser así!
-Es que las personas buenas me dan pena...
Pum. Directo donde más duele.
Lágrimas que no se vieron. ¡Y cuántas fueron!

Si me cansé de esperar un gesto humano por su parte... fue porque el tiempo no me curó ninguna herida.
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Ya había olvidado cómo era... Y aún habiéndolo mirado directo a los ojos, no pude recordarle. No lo encontré en su mirada.
Solía decirme que era una persona seria, que no reía, que no se emocionaba... Pero por entonces me negaba a creerle porque me había dado la llave de sus sentimientos... No le creía porque era capaz de "solear" sus días más tormentosos...
Tenía el poder de volverle distinto... Teníamos el poder del cariño, el "ser la razón de que te esfuerces en ser mejor persona"

Pero hoy no encontré ni rastro de aquello... Y mientras me ganabas a ese estúpido juego de las palmitas me sentí morir... porque ya  tus labios no respondían a los míos... Ni los míos a los tuyos... que no fuiste capaz de responder a las tímidas sonrisas que te dediqué...

Y recordé que me contaron un secreto... que las personas se transforman cuando se enamoran...
Ahora eres un extraño... Y no reconozco en ti nada de lo que una vez fuiste. Quizá nunca conocí tu verdadero ser.
Me tragué el nudo que se me formó en la garganta para ahogar el llanto... Pero te prometo que quise llorar y llorar por todo lo que hemos perdido...
Por ti... que ya no eres tú... 
Por mí, que tuve que aprender a perder... 
Por los dos, que nos convertimos en extraños...

¡Cuánta decepción!
Y todo porque te volviste piedra...
El enamorado asesinó al amor, condenándose a si mismo a la muerte. Que sin amor, ya no hay enamorado que valga... y que desaparece...
Es sentir cómo una persona ha muerto aunque su cuerpo siga vagando entre la gente...
Es sentir que ya no existe, y que se esfuerza en que parezca que nunca existió.
Que no duele, pero que se siente el dolor...

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