La princesa no ríe, la princesa no siente.
La princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
Rubén Darío

En aquel tiempo yo tenía el sueño de una libélula entre los juncos del corazón.
Juan Carlos Mestre

En esos momentos de encuentro
entre la luna que sale y el sol que entra
las rojas libélulas.
Haiku

~Yo escribo lírica con sonrisas, en prosa.~
Tempus fugit. Carpe Diem








viernes, 26 de noviembre de 2010

Detalles

Cuando dibujo sonrisas de verdad, de esas que hay que desenterrar... siento que todo el esfuerzo mereció la pena. 
Hacer que los rostros florezcan y perderme entre los pétalos...
Que aunque no sea azúcar, tengo galletas para hacer más llevadero un café amargo... Reconforta.

Me empeño en dejar constancia de mí misma haciendo crecer en otros  esas plantas que me gusta llamar Felicidad...
-¿Y tu felicidad?
No importará que su dueño ya no recuerde que fui yo quién regó con lágrimas de libélulas...
Porque yo jamás olvidaré las flores que planté...
Y aunque sus ojos no reconozcan los míos, yo sí reconoceré los suyos. 
Una vez, le hice feliz. 
Y esa es razón más que suficiente para seguir sonriendo

Aunque puede que para ti, lector, esto sea un detalle que carece de importancia.


Entre cortezas, siempre hay lugar para flores.

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