La princesa no ríe, la princesa no siente.
La princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
Rubén Darío

En aquel tiempo yo tenía el sueño de una libélula entre los juncos del corazón.
Juan Carlos Mestre

En esos momentos de encuentro
entre la luna que sale y el sol que entra
las rojas libélulas.
Haiku

~Yo escribo lírica con sonrisas, en prosa.~
Tempus fugit. Carpe Diem








martes, 22 de febrero de 2011

Pasividad en mi sofá

Cuando decidí que ni una lágrima más se perdería en mi almohada en vano... mis pies tocaron el frío suelo y caminé.
Caminé para terminar arrodillada, recogiendo mis pedazos, mirando a la pasividad sentada en mi sofá azul.
No importa lo fuerte que haya apretado la mandíbula. No importa el día entero de silencios incómodos. No importan las palabras toscas, ni las miradas de desprecio. Porque la pasividad no entiende de pedir perdón.

Un miedo infinito. Si fuera valiente... Pero hay cosas que no deben ser escritas. 
Vergüenza de haber podido pensarlas
Ya no recuerdo cuándo dejaste de ser el príncipe de mis cuentos. O quizá nunca lo fuiste. 
!
¿Hasta cuándo pensabas seguir en tu silencio? Hay heridas cuyas cicatrices no deseo en mi piel.
Tú siempre me haces lo mismo...

No tienes ningún pedestal en el que pueda admirarte hoy.


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