La princesa no ríe, la princesa no siente.
La princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
Rubén Darío

En aquel tiempo yo tenía el sueño de una libélula entre los juncos del corazón.
Juan Carlos Mestre

En esos momentos de encuentro
entre la luna que sale y el sol que entra
las rojas libélulas.
Haiku

~Yo escribo lírica con sonrisas, en prosa.~
Tempus fugit. Carpe Diem








sábado, 21 de mayo de 2011

Sobrevolando el cielo. Espacio infinito.

100 %
120. 150. 200. 300. 500. 600. 700. 800. 900. 1000 por hora.
2000...
5000...
1.000.000...
Infinito

¡Bienvenidos al cielo!
¡Y aún más allá!
Sobrevoló el cielo en brazos de un ángel, traspasaron la atmósfera y juntos descubrieron galaxias desconocidas para la civilización terrícola.
Aquellos dos amantes detuvieron sus vidas para dedicarse al amor sin otro fin que el amor mismo.
Detuvieron su tiempo entre suspiros y olvidaron que fuera de esas cuatro paredes el mundo seguía su ritmo, la vida continuaban, los autobuses pasaban...

Pero no les importó porque sintieron la infinitud del universo sobre sus pieles.

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