La princesa no ríe, la princesa no siente.
La princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
Rubén Darío

En aquel tiempo yo tenía el sueño de una libélula entre los juncos del corazón.
Juan Carlos Mestre

En esos momentos de encuentro
entre la luna que sale y el sol que entra
las rojas libélulas.
Haiku

~Yo escribo lírica con sonrisas, en prosa.~
Tempus fugit. Carpe Diem








domingo, 8 de mayo de 2011

Rencor y dura crítica.

Notas de rencor en su voz.
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"Y mira que yo no soy rencoroso..."
Pero aprovechaste la mínima oportunidad para despotricar y vomitar palabras desagradables sobre ella...
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El sabor que queda es amargo, ¿verdad?

Más suerte en la próxima partida en la que apuestes tus sentimientos (si te queda de eso)
¡Y que el rencor envenene tu sangre!


Nota para mí: esto no puede ser sano. Pide cita para un lavado de corazón.

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