La princesa no ríe, la princesa no siente.
La princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
Rubén Darío

En aquel tiempo yo tenía el sueño de una libélula entre los juncos del corazón.
Juan Carlos Mestre

En esos momentos de encuentro
entre la luna que sale y el sol que entra
las rojas libélulas.
Haiku

~Yo escribo lírica con sonrisas, en prosa.~
Tempus fugit. Carpe Diem








miércoles, 17 de agosto de 2011

Viejo camino

Viejo camino, bien conocido por tantas veces transitado. Volvernos a encontrarnos después de tanto, tanto tiempo. Siempre el mismo y sin embargo, de destinación tan diferente. Mientras te vuelvo a recorrer, puedo verme dejando huellas en el pasado, sonriendo junto a esta misma ventana.
Los mismos nervios de siempre comienzan a arreglarse frente al espejo, que quizá hoy debería ponerme aquel otro vestido. Subir corriendo -que para variar llevo al tiempo pisándome los talones- esa inmensa calle. El sonido de mis zapatos resonando en el vacío de la vía. Sólo yo corro a estas horas por aquí.

Esperar, dar vueltas esperando y desesperar porque el autobús no llega. Por fin. 175. La misma música que ya había olvidado sonando en mi iPod.Y pensar que cada vez está mas cerca. Probablemente esté tumbado en su cama haciendo quiénsabequé.
Estación de autobuses Plaza de Armas y esas lindas escaleras grises en las que me deslumbra el sol, que hay que bajar para por fin pisar la ciudad. Ahora hablamos del mismo suelo.

Sentirme libre, recorriendo las calles que quiero, mirando escaparates, asomándome a las vidas ajenas, sonriendo al viajero. Pero no hay tiempo para detenerse a investigar a fondo esas vidas ajenas, que yo tengo la mía propia y no quiero que se escape mi autobús. Cuantas más ganas, más larga parece Alfonso XII. El museo, el bazar, el Corte Inglés... Plaza del Duque. Y ahí me espera. 14, mi querido 14. Recuerdo cuando me despedí de ti hará cosa de un año. ¿Sabías que volveríamos a encontrarnos?¿Que me llevarías a mismo lugar, en cierto sentido? Al mismo lugar, pero en un sitio tan diferente...

La misma parada de siempre. ¿Me recuerdas todavía? Solía apearme aquí con mi sonrisa, solía despedirme con un beso también aquí, llevándome la sonrisa de nuevo.

Pero en esta ocasión mis pasos se desvían un poco del camino conocido. Unos nuevos brazos, unos nuevos besos me esperan esta vez al final del sendero.



Inicié el camino cargada con la misma ilusión y por eso eres el mismo camino pero... Qué distintos son los finales que me tienes guardados!
Déjame recorrerte una y otra vez, que en cada ocasión descubro nuevas sonrisas.



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