La princesa no ríe, la princesa no siente.
La princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
Rubén Darío

En aquel tiempo yo tenía el sueño de una libélula entre los juncos del corazón.
Juan Carlos Mestre

En esos momentos de encuentro
entre la luna que sale y el sol que entra
las rojas libélulas.
Haiku

~Yo escribo lírica con sonrisas, en prosa.~
Tempus fugit. Carpe Diem








sábado, 13 de agosto de 2011

Caperucita y el lobo

Era el lobo pero ella lo defendió porque desconocía su verdadera identidad. ¿Y si la hubiera conocido? Probablemente lo hubiera defendido igual,
porque a Caperucita en realidad...                           le molaba el lobo.






1 comentario:

  1. Cómeme, y acaba con esto de una vez.
    Prefiero ser arrasada por ti que por el mundo.
    Por las arrugas,
    por el viento helado aquel
    del que hablaban los poetas.
    Y perderme en ti antes que
    perderte.
    Cómeme
    [...]de una vez.

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