-¿Qué haces?
-Estoy esperando.
-¿Y qué miras?
-A ti. Es una buena forma de esperar.
Al fin y al cabo, es lo que llevabas mucho tiempo haciendo. Me esperabas y mientras tanto, pasabas las horas mirándome. Estabas y seguías y seguías y estabas.
-Sigo aquí
-Lo sé.
Hoy aún sigues. Y estás.
Y quieras o no... Seguirás estando por mucho que llueva.
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