-Me aburro...
-Sí, como la trucha al trucho.
-¿Cómo?
-Sí, que el trucho se cansó de la trucha...
Y callaste la conversación. Quizá no tienes palabras para refutar... ... ...Simplemente porque no hay nada que refutar, pequeña. Sabe que lo sabes y no tiene más que añadir.
¿Recuerdas cómo reías cuando te decía que te quería tanto como la trucha al caracol?
Aunque ahora te sepa amarga... ¿recuerdas mi sabor verdadero?
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-Tengo un reloj de arena y me paso el tiempo dándole vueltas...
-Y la arena ¿cae hacia abajo?
-La arena cae. Las cosas sólo caen hacia abajo.
-Yo tengo un reloj en el que la arena cae hacia arriba. Tú sabes cuál es. (O quizás ya lo has cubierto con arena)
Mis palabras van mucho más allá de donde tú quieres ver. Quieren que las sientas, quieren dolerte, quieren hacerte sentir...
Quieren hacerte recordar...
..Desenterrar mis huesos de tu cuerpo para que no puedas renegar de nuestro pasado...
Sentimientos transformados en palabras que fluyen como la sangre de las heridas. Sentimientos transformados en palabras que se deslizan silenciosos como lágrimas caídas. Sentimientos transformados en palabras que hacen al corazón palpitar, a los labios sonreír, a las manos temblar... Sentimientos transformados en palabras
La princesa no ríe, la princesa no siente.
La princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
La princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
Rubén Darío
En aquel tiempo yo tenía el sueño de una libélula entre los juncos del corazón.
Juan Carlos Mestre
En esos momentos de encuentro
entre la luna que sale y el sol que entra
las rojas libélulas.
Haiku
~Yo escribo lírica con sonrisas, en prosa.~
Tempus fugit. Carpe Diem
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