Sorprendido el silencio
oyó caer la camelia
sobre la hojarasca.
oyó caer la camelia
sobre la hojarasca.
-No temáis. Siempre hay algo que decir.
-Cuando no tenga nada que decir, entonces, habré muerto. Y ya el sonido de la mera existencia no abrumará los silencios.
Dónde reunir
los miles de fragmentos
de una persona
Yorgos Seferis
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