La princesa no ríe, la princesa no siente.
La princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
Rubén Darío

En aquel tiempo yo tenía el sueño de una libélula entre los juncos del corazón.
Juan Carlos Mestre

En esos momentos de encuentro
entre la luna que sale y el sol que entra
las rojas libélulas.
Haiku

~Yo escribo lírica con sonrisas, en prosa.~
Tempus fugit. Carpe Diem








lunes, 21 de marzo de 2011

Frustración

Ni un rastro de furia en su rostro. Sólo aquel portazo la delató.

Fue simplemente que volvió a quedarse a las puertas de la perfección.
Porque ella no quiere ser buena, que de eso abunda. Ella quiere ser la mejor.

En el camino de vuelta a casa, plumas negras...¿Casualidad?



El bosque sería muy triste si sólo cantaran los pájaros que mejor lo hacen. 

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