Ajena

Cuando el mundo que te importa ni siquiera te mira a los ojos. Cuando sientes sus palabras clavándose en los huesos:
"Hoy eres ajena a mí"

Es el trato del silencio. Por respeto a tus secretos cerré mis oídos.
Y los demás cerraron sus bocas.

Estoy harta de que el mundo entero sea víctima.
Y yo tampoco quiero victimizarme.

Huiré a esos brazos que siempre tienen un hueco para mí hasta que se calme el ambiente. Aunque aumente la distancia... tampoco me apetece estar donde no se me necesita.