La princesa no ríe, la princesa no siente.
La princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
Rubén Darío

En aquel tiempo yo tenía el sueño de una libélula entre los juncos del corazón.
Juan Carlos Mestre

En esos momentos de encuentro
entre la luna que sale y el sol que entra
las rojas libélulas.
Haiku

~Yo escribo lírica con sonrisas, en prosa.~
Tempus fugit. Carpe Diem








jueves, 7 de abril de 2011

Las lágrimas del Ángel

No fui capaz de pronunciar cosa alguna.
Mejor así, porque cualquier palabra habría empañado esa imagen.

¿Cómo no enamorarse de aquella fantástica criatura?
Tan frágil y tan firme a la vez...

Aquellas lágrimas cristalinas...
Sh, calla, no molestes. Parece que pueda romperse si rompes tú el silencio. Parece que pueda huir asustado.
Sonrío. Sé que seguirá aquí.

Dime lector ¿has tenido alguna vez la suerte de ver a un ángel derramar lágrimas de orgullo?

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