La princesa no ríe, la princesa no siente.
La princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
Rubén Darío

En aquel tiempo yo tenía el sueño de una libélula entre los juncos del corazón.
Juan Carlos Mestre

En esos momentos de encuentro
entre la luna que sale y el sol que entra
las rojas libélulas.
Haiku

~Yo escribo lírica con sonrisas, en prosa.~
Tempus fugit. Carpe Diem








domingo, 3 de abril de 2011

Dulce noche...

Buenas noches
Esta noche, el tiempo dejó de existir y olvidé todo aquello ajeno a ti.

"No te ilusiones. No es como en las películas, que se despiertan abrazados y se dan dulces besos que saben a fresa. Cada uno estará en un lado de la cama, sumido en su propio sueño"
No. Es cierto. No es como en las películas. Es incluso mejor. Sólo debes dormir con la persona adecuada.

Sus manos acariciándome despacio. Dulce, muy dulce. Como él.
Esta noche dormí acompañada de un ángel... Un ángel de pecho firme, piel suave y respiración acompasada. Un ángel de brazos fuertes.
El ángel guardián que protege mis sueños. Aquel que prefirió no dormir para mirarme...

Cambiar de postura... para abrazarte mejor. Observarte unos segundos. "Sigues aquí conmigo" Volver a bajar los párpados.

Abrí los ojos. No sabía cuánto había dormido. Ni siquiera si lo había hecho en algún momento.
Yo seguía entre tus brazos. Tú seguías aquí, como SIEMPRE.
Un leve movimiento para acercarme a ti. Abriste los ojos, despacio.
Sonreí.
Buenos días, amor.

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