La princesa no ríe, la princesa no siente.
La princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
Rubén Darío

En aquel tiempo yo tenía el sueño de una libélula entre los juncos del corazón.
Juan Carlos Mestre

En esos momentos de encuentro
entre la luna que sale y el sol que entra
las rojas libélulas.
Haiku

~Yo escribo lírica con sonrisas, en prosa.~
Tempus fugit. Carpe Diem








sábado, 26 de noviembre de 2011

En el mercado

-Y a ti, pequeña, ¿qué te pongo?
-Deme, por favor, un cartucho de estrellas. 

-¡Muchas gracias!

Esta noche le compré a un mercader las estrellas del cielo.

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