Esa sonrisa que se transformaba en suspiros para dejar salir alguna libélula. Esas estrellas fugaces desde sus ojos. Esas palabras que me pasaba horas releyendo hasta dejar el móvil sin batería.
Eran tiempos en los que no se hablaba de dinero ni de tiempo. Ni de heridas ni cicatrices.
Eran tiempos en los que sólo importaba la sonrisa permanente y, a veces, hasta estúpida.
No quiero creer que esas horas han pasado, no quiero creer que es el entusiasmo que ha dejado paso a la "monotoníadeltequiero".
Y creo que todo lo que estoy queriendo decir dando vueltas sin decir nada es que echo de menos aquellas horas, mis horas contigo y sólo contigo. Sin mis menos, sin tus más y viceversa.
Sólos tú y yo y nuestras libélulas.
"Llegó el momento de apagar las luces de neón
Sentarnos juntos, preguntar quién es, quién soy yo
Si el tiempo nos ha cambiado por completo
Si todavía queda algo de aquellas noches de verano
Cuando el sol nos sorprendía cada día desnudos en el mar
Muriéndonos de risa
Tratando de explicar cómo llegar tan solo con nuestros besos
Desde allí hasta el sol
Desde allí hasta el sol"
"Que te echo de menos. Y que te quiero"
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