La princesa no ríe, la princesa no siente.
La princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
Rubén Darío

En aquel tiempo yo tenía el sueño de una libélula entre los juncos del corazón.
Juan Carlos Mestre

En esos momentos de encuentro
entre la luna que sale y el sol que entra
las rojas libélulas.
Haiku

~Yo escribo lírica con sonrisas, en prosa.~
Tempus fugit. Carpe Diem








sábado, 22 de octubre de 2011

Muñequita

Le hacía daño recordar que aquella muñeca, su preciado tesoro, yacía deshilachada en el fondo del cajón, a oscuras, para no ver el estado demacrado en que había quedado tras el último invierno. Le dolía recordar que habían tratado su muñeca como si fuera un juguete. Y ella lloraba y lloraba de verle/se la piel hecha jirones. Retales de tela rotos, recuerdos quebrados y sonrisas descosidas.

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Esta muñeca no son los restos de la última nevada, no son los retales sobrantes de nada, no son restos de algo más grande.
Es algo nuevo, restaurado. Es mi muñeca otra vez. La diferencia es que sé que esta vez llegará donde quiero. Sé que pasará las noches en ese lugar que tanto me gusta. Sé que esta vez, no me la devolverán despedazada en trapos.


He vuelto a entregar lo más importante -y lo único- que tengo.
Me he vuelto a entregar como si nunca antes me hubieran roto.
 -Sólo tú podías conseguir algo así.
Realmente espero que no me devuelvas nunca.-

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